El objetivo es avalar a las instituciones gubernamentales en transparencia a través del “Modelo de acciones preventivas de corrupción”.
Se invitará a los presidentes de los partidos a firmar el acuerdo, en la tercer semana de enero en el Alma Máter queretana.
La Universidad Autónoma de Querétaro convoca a todos los partidos políticos con registro en el estado a que incluyan en su plataforma electoral el compromiso de los candidatos a gobernador de la entidad, ayuntamientos y diputados locales que resulten ganadores en la contienda electoral a someter a las instituciones que aspiran a gobernar al proceso de certificación de acciones preventivas de corrupción desarrollado por esta Casa de Estudios.
En rueda de prensa, el Mtro. Carlos Ramírez Olvera, director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) –unidad académica que encabeza este esfuerzo- señaló que la Universidad tiene la preocupación del problema de la corrupción, elemento que pone en discusión la democracia, la convivencia social y la confianza de la ciudadanía en las instituciones; así, busca contribuir en diagnosticar y proponer soluciones, a través de una metodología para prevenir este fenómeno.
“Hacemos la invitación a los representantes de los partidos para que incluyan en su plataforma y propuestas el tema del combate a la corrupción y asuman el compromiso de que, en caso de resultar beneficiados por el voto de la población, se sujeten a certificación por parte de la UAQ a través de este modelo”, comentó.
El “Modelo de acciones preventivas de corrupción” demostró su eficiencia en instancias en donde se aplicó disminuyendo los índices de corrupción hasta en un 60 por ciento y que fue reconocido con el Premio a la Innovación en Transparencia 2014, convocado por la Auditoria Superior de la Federación, el Banco Mundial, el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos, el Instituto Nacional de Administración Pública y la Secretaría de la Función Pública. Además, es único en todo el país.
Se hará llegar de manera formal, dijo, a los presidentes de los partidos, la invitación para que se firme el acuerdo en la tercer semana de enero en el Alma Máter queretana. Ramírez Olvera destacó que esta iniciativa no tiene ningún sesgo partidista.
Por su parte, el Dr. Raúl Martínez Merling, investigador de la FCPyS, afirmó que el fenómeno de la corrupción se montó al ámbito de la política y devora a los individuos; la institución por excelencia que debe valorar este fenómeno es la universidad pública, pues su función es producir ideas a través de la observancia del mundo.
Por tal motivo, aseguró que la UAQ encabeza esta acción central con el modelo de certificación que acompaña a las instituciones a modificar su naturaleza, a refundarse, reordenar, sanear y mandar nuevas señales a la sociedad civil de que se hace el esfuerzo para mejorar su situación en términos de corrupción y transparencia.
Afirmó que la Universidad confía en que la suscripción de este importante compromiso se dará por parte de todos los partidos políticos, ya que es un imperativo de quienes aspiran a gobernar, establecer políticas públicas de combate a la corrupción y de que estos esfuerzos sean validados y evaluados por instituciones de alta confiabilidad y calidad moral, como lo es la Máxima Casa de Estudios.
En su oportunidad, el Soc. Efraín Mendoza Zaragoza, director de Comunicación y Medios de la UAQ, aseguró que la pretensión de la Universidad con esta iniciativa es buscar que en el centro de la agenda y el debate se planteen los compromisos y las propuestas de cambio; no porque la institución desee inmiscuirse, sino porque es su obligación como agente de cambio poner el acento en temas como el combate y la prevención de la corrupción y el fomento de la transparencia.
“Si deseamos que la democracia funcione como una vía de convivencia pacífica y saludable de los habitantes de un país como el nuestro, se tiene que poner los acentos en los controles democráticos. La sociedad debe estar involucrada en la vigilancia de sus gobernantes, la vida pública no puede seguir intoxicada por las elevadas sospechas que tiene la ciudadanía de las instituciones”, concluyó.