La Secretaría de Salud (SESA) del estado de Querétaro informa que en la época invernal no se debe olvidar la piel, pues al ser el órgano más grande y estar expuesta de forma directa al medio ambiente se ve muy dañada ante las bajas temperaturas, el viento, el uso de calefactores o de agua fría para el lavado de manos.
Por ello la Secretaría de Salud emite las siguientes recomendaciones para protegerla:
● Baño breve con agua tibia: por un tiempo de 15 minutos, ya que el agua muy caliente genera irritación, dilatación de vasos capilares y mayor resequedad de la piel.
● Hidratación de la piel: Ya que se deshidrata y las grasas que hay en la capa superficial pierden la capacidad de retener agua y entonces hay una sensación de tirantez, sequedad, descamación y algunas veces grietas.
● Se hace necesario el uso diario, y varias veces al día, de cremas humectantes en las manos que lavamos con mayor frecuencia, sin olvidar humectar también los pies y labios.
● Uso de jabones suaves para bañarse y para el lavado de manos para conservar los lípidos naturales de la piel. Evitar jabones de ropa o detergentes ya que estos dañan la capa superficial de la piel haciendo que ésta pierda su función de barrera y dando lugar a diversas dermatitis, es decir, inflamación de la piel.
● Ropa adecuada. Es importante el uso de ropa abrigadora como chamarras, gorros, bufandas, guantes, pantalón y calcetas para proteger nuestra piel, de esta manera tendrá menor constricción de vasos capilares y menor resequedad.
● Uso de cremas protectoras del sol: El hecho de tener un clima frío no quiere decir que los rayos solares no dañen. La radiación ultravioleta contenida en la luz solar sigue afectando la piel, resecándola y generando radicales libres que aceleran el envejecimiento cutáneo.
● Alimentación: aumentar el consumo de vitamina C y antioxidantes, además beber 1.5 a dos litros de agua diario.
● Evitar el consumo de alcohol y tabaco. Estos repercuten negativamente en la salud de la piel, generando radicales libres. Además, el alcohol empeora la dilatación vascular de capilares de cara generando enrojecimiento facial.
● Evitar estar muy cerca de calefactores porque el calor reseca más la piel y dilata los vasos capilares.