Esta actividad quedo prohibida por más de un mes mientras autoridades ambientales verificaban si existía algún tipo de contaminación que afectara el pescado que aquí se comercializa.
Esta pausa provoco pérdidas económicas a las familias que por años se han dedicado a esta actividad.
La mojarra y carpa son los principales productos que ofrecen en este lugar donde por años se han dedicado a vender pescado.
“…Aquí es un beneficio para nosotros nos da para comer si, si nos aventamos un mes sin trabajar imagínese, que estaba contaminado que hicieron estudios, somos trece la cooperativa y pescamos unos 7, si sale algo pero con el frio no sale mucho que vengan a echarse una mojarrita bien frita con el amigo el antena…”. José Alberto Mejía Aguilar Pescador.
Las autoridades determinaron que el agua de esta presa no estaba contaminada por lo que dieron luz verde para continuar con esta actividad.