Formamos hombres y mujeres de bien, íntegros, con vocación de servicio y capacidad de respuesta ante las problemáticas sociales: Adolfo Camacho
El caso del ex contralor del Municipio de Querétaro, Juan Pablo Rangel Contreras, vuelve a posicionarse en el escenario nacional tras descubrirse un nuevo pasaje del entramado financiero que involucra las cuentas públicas municipales. Aquí se ven inmiscuidos una vez más los nombres del diputado federal Marcos Aguilar Vega y del senador Francisco Domínguez Servién, ambos emanados del Partido Acción Nacional y aspirantes a la Presidencia Municipal capitalina, y a la gubernatura del Estado, respectivamente.
La corrupción en el sector público es un acto por demás deleznable que lastima y ofende al ciudadano común, a la vez que corrompe a quienes de ella se sirven. Esta práctica inapropiada llega a permear a la clase política que una vez arribando al poder, hace uso discrecional del mismo en beneficio propio.
En una sociedad de carencias y marcada desigualdad social como es la nuestra, la malversación de recursos públicos es un acto criminal que debe ser investigado, perseguido y sancionado hasta sus últimas consecuencias. De lo contrario, se contribuye en la falta de credibilidad hacia los políticos y los partidos. Pero aún puede ser peor, se corre el riesgo de perder la confianza a las instituciones. Por ello, es urgente que, tanto el Senador Francisco Domínguez como las autoridades judiciales correspondientes, den a conocer sus respectivas posiciones sobre el caso en cuestión.
Ahora con un proceso electoral en puerta, la ciudadanía debe ser muy cauta al momento de elegir a quienes los habrán de representar en los diversos cargos públicos a disputarse. No son pocos los que buscarán cubrir sus deficiencias y malas administraciones, con estrategias mediáticas engañosas. Tal es el caso del Senador Domínguez Servién, quien viene erogando fuertes sumas de dinero desde hace meses, sin explicar montos ni la procedencia de los mismos. Esto ha derivado en muchas dudas que caen sobre su persona, las cuales no debemos eludir en tanto no haya una respuesta coherente sobre su actuar.
La población quiere funcionarios públicos capaces y honestos, que al tiempo de dar resultados, también rindan cuentas claras de cara a sus representados. Por ello es urgente implementar mecanismos enfocados al combate de la corrupción y que abonen a la transparencia. Por ello, celebramos y nos unimos a la iniciativa contra la corrupción planteada por la Universidad Autónoma de Querétaro, institución educativa con alta calidad moral, que busca prevenir posibles actos de corrupción, provenientes de los futuros candidatos que resulten electos el próximo 7 de junio.
En el Partido de la Revolución Democrática, trabajamos sobre bases sólidas enmarcadas en la honestidad y el acercamiento con la gente. Formamos hombres y mujeres de bien, íntegros, con vocación de servicio y capacidad de respuesta ante las problemáticas sociales. Que sean dignos representantes de la ciudadanía y no de los intereses personales o de partido. Somos un organismo político incluyente, abierto a cualquier expresión y participación ciudadana. Sin embargo, eso no quiere decir que seamos receptores del oportunismo ni de personajes de dudosa reputación.
Repudiamos las prácticas de corrupción en todos los niveles. Adoptamos el trabajo honesto como carta de presentación ante el ciudadano y repudiamos enérgicamente a quienes utilizan la ilegalidad como forma única de posicionamiento. Creemos que todo esfuerzo, estrategia o política encaminada a satisfacer las necesidades sociales de la gente, pierde su cauce en cuanto hace presencia la corrupción. Un malestar que seguiremos señalando, denunciando y combatiendo desde el espacio que como partido y representantes de un sector importante de la población nos corresponde.