Tras 17 días de caminar desde la gorda queretana y 8 días desde la Ciudad de Querétaro, y después de tres años que no pudieron peregrinar por la pandemia, los cerca de 60 mil peregrinos de la Diócesis de Querétaro arribaron a la Basílica de la virgen de Guadalupe en la Ciudad de México.
El obispo de Querétaro Monseñor Fidencio López Plaza, recibí a los peregrinos, en el atrio de la basílica celebro la santa misa, desde ahí llamo a los peregrinos a ser el camino de la alianza por la paz y dicto los cinco grandes acuerdos para lograrlo mismos que se comentaron en el camino: la primera; asumir la fraternidad y amista social, dos; caminar juntos para que dios establezca su reino y la paz, tres; educar en la fe, la cabeza y el corazón, para permitir pacificar el mundo, por que dijo que la violencia no es innata se aprende, cuatro hacer operativo el principio de San Agustín, estar unidos y valorar diferencias pero siempre tener caridad y vernos como hermanos, nunca excluir a nadie, y cinco concretar estas convicciones en una gran alianza social.
“y les exhorto a que regresemos a nuestras familias y a nuestras parroquias convencidos de que la paz es artesanal, que exige la promoción de la cultura de la cultura del encuentro, que se requiere de un proceso educativo y del ejercicio de la justicia”.
Fue el contingente de la columna de peregrinas las primeras en arribar hasta los pies de la virgen morena del Tepeyac, 20 mil mujeres que entre lágrimas dieron gracias primero por permitirles llegar, por sus peticiones y dieron gracias por las bendiciones concedidas, sobre todo en la salud tras la pandemia del covid-19.
El contingente de varones fue el segundo que arribo hasta el altar de la emperatriz de América, 60 mil hombres quienes ingresaron a la basílica cerca de la 1 de la tarde, cada decanato ingreso para cantar y alabar a la virgen de Guadalupe, con un nudo en la garganta dieron gracias por los favores concedidos.
Los últimos en arribar a la basílica fue el contingente de cerca de 5 mil ciclistas, quienes ingresaron a la Basílica, ahí ante la virgen de Guadalupe, mostraron su fe y su amor, que año con año los mueve en la peregrinación.