El sector agropecuario se ha visto gravemente afectado, así lo dijo el presidente de la Unión Ganadera Regional de Querétaro (UGRQ), Alejandro Ugalde Tinoco: “en el último año, los fertilizantes presentaron un incremento del 119%; el diésel (para maquinaria agrícola), tuvo un aumento del 19%, lo que representa un 31% más en los costos de producción del maíz, aumento que repercute directamente en nuestro sector pecuario”. Lo anterior en el marco del noveno día del Porcicultor.
Explicó que a situación se debe a muchos factores: pandemia, crisis económica, conflictos bélicos, cambio climático y todos se conjuntan y van en perjuicio de los productores pecuarios, toda vez que la crisis económica está reduciendo el poder adquisitivo de las familias. Aunado a esto, el discurso que ha sostenido la federación sobre incrementar la producción de alimentos. “Pero olvida que no es como producir tornillos, es un proceso en el cual los productores tienen que invertir en diversos insumos (caros) y esperar a que los animales crezcan para poder ofrecer alimentos sanos e innocuos a los consumidores”, mencionó Alejandro Ugalde.
Además, la producción de maíz tarda 6 meses de que se siembra hasta que se cosecha, la producción de carne de res lleva hasta 24 meses y los programas que tiene la Secretaría de Agricultura no inciden en la productividad y están dirigidos hacia los pequeños productores que no tienen excedentes comerciales para incrementar la oferta en el mercado. Por lo que el crédito para el sector es insuficiente y caro para los productores medianos que podrían incrementar su productividad y producción en un horizonte de mediano plazo.
En este sentido, Alejandro Ugalde, propuso para reactivar el sector ganadero, recuperar el hato nacional, la productividad pecuaria y la rentabilidad de los ganaderos, la coordinación de los tres órdenes de gobierno en materia de planeación, regulación e inversión de largo plazo que garantice la producción de alimentos de origen animal, sumando la colaboración del sector privado para realizar inversiones que hagan viable la actividad económica en el largo plazo.