Recomiendan cuidar su hidratación y evitar permanecer por tiempo prolongado en vehículos y lugares cerrados expuestos al sol, toda vez que los menores pueden incrementar su temperatura corporal hasta cinco veces más rápido que un adulto, lo que los hace más vulnerables y entre las reacciones leves son el salpullido o irritación.
Ante las altas temperaturas registradas en los últimos días en la mayor parte del país, coordinador de Programas Médicos de la División de Medicina Familiar del IMSS, Arturo Díaz Hernández, exhorta a la población a extremar precauciones por golpe de calor, para evitar un shock térmico, recomendó mantener ventilada la casa; usar ropa ligera, holgada y de manga larga, utilizar gorra o sombrero; evitar actividades físicas al aire libre e ingerir muchos líquidos, de preferencia agua simple.
El golpe de calor o shock térmico, se define como un aumento en la temperatura corporal, a partir de los 40 grados, que afecta de manera súbita las funciones vitales, ocasionando un estado de deshidratación con pérdida de agua, electrolitos e incluso, que pone en peligro la vida de los pacientes.
Ante ello, el especialista del IMSS subrayó que en caso de presentar incremento de temperatura corporal, sed, resequedad en mucosas, boca, mareos, náuseas, aumento en la frecuencia respiratoria y cardiaca, palpitaciones y alteraciones de la conciencia, confusión, somnolencia, desmayos, se acuda inmediatamente al área de Urgencias de su Unidad de Medicina Familiar para ser atendido y evitar complicaciones como daño cerebral, hepático e insuficiencia renal.
Recomendó a las madres de familia que tienen hijos menores de un año, a no dejar de amamantar a sus bebés, ya que la lactancia adecuada disminuye el riesgo de presentar golpe de calor. Asimismo, señaló que no se debe esperar a que los niños pidan agua, pues cuando lo hacen es porque se está iniciando un estado de deshidratación leve.