La adolescencia es un periodo de maduración que va de los 10 a los 21 años de edad, y existen factores que pueden afectar gravemente la salud de los menores en esta etapa, donde una mala nutrición es un potencializador de enfermedades como obesidad, diabetes, anemia, desórdenes de conducta alimentaria, enfermedades crónicas, entre otras.
En 2019, la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 13 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Querétaro, atendió a más de 2 mil 600 pacientes del estado, de los cuales 224 fueron diagnosticados con obesidad, 148 con sobrepeso y 494 con hipertensión, el cinco por ciento eran menores de edad.
Con la finalidad de reducir estas cifras, el Instituto cuenta con el programa NutrIMSS, como pieza clave para la asesoría, concientización y empoderamiento corporal de las personas, a través de sesiones interactivas que beneficia a más de 2 mil 645 pacientes en el 2019, de los cuales el 86 por ciento ha mejorado considerablemente sus hábitos alimenticios; además del programa de deporte que se oferta en la Unidad Deportiva del Seguro Social, con profesionales de la salud, así como orientación y preparación física, desde los tres años de edad en adelante.
De acuerdo con la jefa del área de Nutrición de la Unidad de Medicina Familiar N° 13, María Goretti Aguilar Sánchez, la falta de atención familiar, el ambiente sociocultural y la influencia negativa de grupos sociales, son catalizadores de problemas referentes a la alimentación de los menores de edad.
Indicó como elemento clave para una correcta alimentación la administración de tiempos y horarios para el consumo de alimentos equilibrados, así como evitar a toda costa los ayunos prolongados, porque causante de malestares físicos anormales; también recomendó, a toda costa, complementar la dieta con activación deportiva.
Afirmó que mucha de la comida que se ingiere en esta etapa proviene de fuera del hogar, son productos con mucho valor calórico, pero poco nutritivo, tanto comida procesada con conservadores adictivos y destructivos en nuestros órganos, como alimentos poco económicos, pero que representan una moda o estatus social para los jóvenes.
“La idea es: yo no me pasó más de una hora después de que desperte sin haber desayunado, y no me pasó más de cuatro horas entre una comida y la otra. La idea sí sería que los tiempos de comida sean adecuados, nuestro cuerpo gasta energía por cada proceso digestivo, hay que ser inteligentes en qué cantidad de energía, equilibrio y preparación estoy metiendo a mi cuerpo”, afirmó Aguilar Sánchez.
Del mismo modo, el Director de la Unidad Deportiva del IMSS en Querétaro, Óscar Prado Ríos, señaló que cualquier actividad física en la adolescencia contribuye a un mejoramiento no solo en el cuerpo de los jóvenes, sino que forja disciplina y eleva el autoestima de los menores, así como su entorno inmediato, tanto familiar como social.
Las actividades deportivas son abiertas a toda la población, pueden acercarse a la unidad para solicitar mayores informes de costos e inscripciones.
El Instituto Mexicano del Seguro Social recomienda a la población queretana acudir al médico para revisiones periódicas, y en caso de necesitar tratamiento oportuno para garantizarle una vida plena y saludable a los jóvenes.