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Ante la presencia de los Diputados integrantes de la LVII Legislatura del Estado, encabezados por el presidente de la Mesa Directiva, Legislador Jorge Arturo Lomelí Noriega; el presidente de la Junta de Concertación Política, Diputado Marco Antonio León Hernández; y los Legisladores Braulio Guerra Urbiola, Guillermo Vega Guerrero, Yairo Marina Alcocer, Gerardo Ríos Ríos y Juan Alvarado Navarrete, coordinadores de los Grupos y Fracciones Legislativas, se llevó a cabo la explicación del proyecto de lo que será la nueva sede legislativa, que estará ubicada en la zona Centro Sur de la ciudad, en un predio de alrededor de 3 mil metros cuadrados.
Al hacer uso de la voz, el presidente de la Mesa Directiva, Diputado Jorge Arturo Lomelí Noriega, recordó que el terreno fue donado por el Ejecutivo del estado, a quien agradeció su generosidad, así como también al presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en el estado, Alejandro Cabrera Sigler, con quien durante 4 meses aproximadamente se coordinó el diseño arquitectónico en conjunto también con los despachos que lo desarrollaron en sociedad: Álvarez Arquitectos y Gutiérrez Arquitectos, quienes han realizado obras muy importantes en toda la República Mexicana, especialmente edificios gubernamentales, como fue el de la Secretaría de Marina y el de Transportación Marítima Mexicana, por mencionar algunos.
Lomelí Noriega reiteró que este proyecto obedece a la gran necesidad que existe ya de contar con áreas funcionales para quienes los visitan y laboran en el Poder Legislativo; aseveró que Querétaro ha destacado en muchos rubros, y desde luego se quiere que así sea en la parte legislativa; apuntó que se pretende que la ciudadanía pueda llegar sin contratiempos a la sede, y al mismo tiempo contribuir al desahogo del Centro Histórico de la ciudad.
Manifestó que la llamada Casa Mota ya no es funcionalmente rentable, porque requiere de un mantenimiento constante, sin embargo, por las limitaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), es complicado adaptar la intercomunicación y rehabilitar sus muros para estar en condiciones óptimas; comentó además que dentro del estudio técnico, se contempló el costo beneficio, es decir, que sea un espacio funcional pero también con el menor recurso posible; resaltó que una vez más, quienes integran esta LVII Legislatura se hayan puesto de acuerdo para el diseño de la nueva sede, como ha sucedido en otros temas fundamentales que le interesan y le sirven a Querétaro, aprovechó por ello la oportunidad para agradecer el apoyo brindado a la Mesa Directiva que presidió.
Durante su intervención, el Diputado Braulio Guerra Urbiola, luego de agradecer la exposición del proyecto, hizo un reconocimiento a Jorge Lomelí por su trabajo en la Mesa Directiva y en especial para la realización de este proyecto arquitectónico, que dijo, es la primera etapa para poder definir la visión y la imagen de lo que va a representar la casa de la sociedad; advirtió que esperan que este edificio no tenga dedicatoria a la comodidad de los diputados, sino más bien a la funcionalidad del trabajo y a la accesibilidad de los ciudadanos que merecen un espacio en donde encontrar a sus representantes; coincidió en que la actual Casa Legislativa es un edificio de costos altos y espacios muy complejos para los ciudadanos, por la ausencia de estacionamiento y otros factores.
Indicó que ahora que ya se cuenta con el proyecto arquitectónico, el siguiente paso de la Cámara de Diputados, será realizar la gestión de los recursos que implicará la adquisición de alguna figura financiera con instituciones de crédito, y que a su vez le permita al Congreso del Estado, que lo que hoy destina en arrendamiento y mantenimiento de sus dos edificios que se va a fondo perdido y no lo recupera el erario, vaya precisamente al pago, en un número determinado de años (20-25), se destine para solventar este bien público.
En su momento añadió que se tiene proyectado que el costo de la construcción de este nuevo edificio, oscile entre los 170 millones de pesos aproximadamente, cantidad que apuntó, está muy por debajo de lo que han costado otros edificios públicos o sedes legislativas similares, como fue el caso del de Guanajuato, que costó en promedio 500 millones de pesos.