Nuestro estado está en un proceso de democratización, el cual implica emprender acciones que brinden más poder al ciudadano, es decir “ciudadanizar la política y sus instituciones” señaló Carlos Lázaro Sánchez Tapia, presidente del Comité Ejecutivo Estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
“Hemos procurado contribuir con este principio (ciudadanizar) y con base en ello forjar acciones como las que dieron pie a la consolidación y posterior ciudadanización de lo que en su momento fue el Instituto Federal Electoral (IFE). Asimismo desde el PRD hemos contribuido en el desarrollo de los órganos electorales estatales, como en el caso de Querétaro, que en 1996 creó su órgano electoral local conformado por consejeros y directores emanados de la ciudadanía,” así lo dijo el líder del sol azteca.
El Instituto Electoral del Estado de Querétaro hoy en día está transitando hacía el reconocimiento de la nueva normatividad.
Precisamente el día de ayer cerró la convocatoria para los aspirantes interesados en ser consejeros electorales en la localidad y con ello se abre el proceso de selección del cual deberán resultar siete consejeros electos.
La particularidad para este proceso, dijo que no será la legislatura local ni los amarres políticos entre las principales fuerzas políticas las que determinen quienes serán las autoridades electorales, sino que ahora será el mismo Consejo General del Instituto Nacional Electoral, quienes a través de diferentes evaluaciones definirán quienes serán los próximos consejeros del IEEQ.
Con estos ajustes derivados de la reforma se procura fortalecer el espíritu ciudadano de los órganos electorales, la imparcialidad en las elecciones y sobre todo la continua democratización de los procesos electivos en el país. El PRD, a través de sus representantes, se mantendrá pendiente de la manera en que se lleve el proceso de elección de los consejeros del nuevo IEEQ, esperando que se respete el espíritu de la norma para que aquellos que sean electos lleven por el conducto de la claridad, la imparcialidad y la certeza el próximo proceso electoral del 2015.
Las democracias modernas, precisó Carlos Lázaro, requieren de reglas y procedimientos claros para brindar certezas en los procesos electorales y políticos de toda sociedad. En el México moderno tenemos una fuerte tradición de luchas y movimientos sociales que han logrado avances importantes para democratizar al país. Subrayó que el PRD desde sus orígenes posteriores a la elección presidencial de 1988, ha contribuido de diferentes maneras en la construcción de una ruta democrática para garantizar estabilidad e instituciones sólidas para el país.
Sin embargo, la democracia y los procesos electorales no sólo se garantizan con reglas, procedimientos o instituciones estables. “Hace falta de la voluntad política de los actores que se encuentran compitiendo legítimamente por el poder,” dijo Sánchez Tapia. Es decir, la democracia requiere de actores que en sus acciones proyecten la voluntad de respetar las reglas del juego y de reconocer que en democracia ganan las mayorías.
En razón de la voluntad política que se proyecta en la construcción de democracia, el PRD, indicó el presidente del Ejecutivo Estatal del partido, ha sido fiel de la balanza y garante de estabilidad social en diversos procesos electorales. Por ejemplo en el año 2000 contribuyeron en el proceso de alternancia a nivel nacional al reconocer el triunfo del candidato Vicente Fox.
En el año 2006 agotaron todas las instancias legales y de resistencia civil pacífica para reclamar transparencia en el conteo de las elecciones presidenciales de ese año, y al final se mantuvieron en el margen de lo legal asumiendo que las instituciones, en las que todos participamos, son las que construyen nación y porvenir.
En democracia también se renuevan las reglas y las instituciones encargadas de ejercerlas, con el objetivo de ajustarse a las nuevas condiciones y exigencias de la sociedad. De esta forma y derivado de la elección del 2012 el PRD comenzó a promover una reforma político electoral con el objetivo de garantizar elecciones más transparentes, equitativas e imparciales.
Derivado de esta iniciativa y después de una larga discusión en el Congreso de la Unión, se aprobó la reforma constitucional que tuvo en sus efectos principales, la disolución del Instituto Federal Electoral y la fundación del nuevo órgano electoral que se conoce ahora como el Instituto Nacional Electoral. El pasado 30 de junio esta reforma terminó de aprobarse en las entidades federativas, apropósito de sus leyes secundarias.
La demanda de procurar elecciones imparciales fue el motivo de la reforma, sobre todo ante la evidente intromisión de los gobernadores de algunos estados en los procesos electorales. La reforma determinó la centralización de procesos como la elección de los consejeros y funcionarios electorales para cada estado.
Carlos Sánchez Tapia reiteró “en el PRD seguiremos reivindicando nuestra vocación democratizadora con ánimo de seguir contribuyendo en el necesario empoderamiento de la ciudadanía”.