Se estima que durante este verano podrían concluir la intervención que realizan en el Exconvento de Santa Clara, en la Ciudad de Santiago de Querétaro.
Un equipo interdisciplinario de estudiantes y maestros de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) trabaja en la restauración de las pinturas murales figurativas que se encuentran en el coro bajo (reja coral y cratícula) del templo del Exconvento de Santa Clara, en el Centro Histórico de la Ciudad de Santiago de Querétaro.
Esta labor es una iniciativa de la Licenciatura en Restauración de Bienes Muebles; desde hace más de año y medio, los universitarios intervienen esos espacios con el propósito de contribuir a la preservación del patrimonio histórico, cultural y artístico de la entidad. Se estima que a la fecha se tiene un avance del 75 por ciento y se prevé que para el próximo verano esté concluido.
La responsable de este proyecto y del Taller de Pintura Mural que se ofrece en dicha carrera, Mtra. Luz María Leal Zamorano, precisó que las pinturas que se encuentran en la reja coral datan del siglo XVIII y las que se encuentran en la cratícula son del siglo XIX. En ambos casos son piezas figurativas: ángeles, cartelas, guirnaldas, custodias y elementos de la eucaristía.
“La decorativa es repetitiva, como cenefas, tiene su valor histórico pero cuando la pintura es figurativa se trata de elementos únicos y hay que salvar hasta el último centímetro porque son centímetros de historia”, expresó.
Indicó que estas rejas corales son propias de los conventos de monjas de encierro total y servían para que las religiosas pudieran escuchar misa sin estar en contacto con el resto de las personas. Eran espacios muy reservados, con decoración especial de obras de arte.
Leal Zamorano aseguró que esta intervención se realiza con la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y se ha llevado a cabo con un alto grado de complejidad, dado que el diagnóstico evidenció la urgencia de atender previamente el daño estructural que presentaba el edificio en el cerramiento que conforma el vano de la reja y lleva un plafón (techo) con la obra pictórica, pues tenía grietas de hasta 80 centímetros de profundidad que podían hacer colapsar dicho el plafón que soporta la pintura mural.
“Primero hicimos una exploración con un endoscopio para determinar la magnitud del problema, por regla en pintura mural tenemos que si introducimos algo por más de cinco centímetros el problema es muy posible que sea estructural; en este caso, el aparato entró 80 centímetros y así nos dimos cuenta de la magnitud del reto que teníamos que resolver”, señaló
Por las implicaciones técnicas de esta labor, las áreas de Monumentos y Bienes Muebles del Centro Regional del INAH y la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos también han estado al tanto de los trabajos de consolidación por inyección que se han realizado para lograr que el mamposteo de la estructura se estabilice y así poder continuar con los tratamientos de restauración.
Éstos consisten en consolidaciones locales de material suelto, consolidación y limpieza de capa pictórica, reposición de faltantes de aplanado y reintegración cromática, precisó la responsable del proyecto.
“Si no se hubiera hecho esta acción la estructura iba a colapsar y se iba a perder la pintura mural que es testimonio de la historia. Ahora estamos rellenando los espacios donde ya no hay pintura, esto se hace con sumo cuidado y respeto porque en conservación no debemos inventarle nada a la obra”, puntualizó Leal Zamorano.
En esta iniciativa han trabajado los estudiantes y egresados: Brian Ávila, Saraí Salazar, Marisol Hernández, Fabiola Solorio, Pedro Rangel, Laura Nieto, Anahí Arzate, Dariana Gutiérrez, María Pacheco, José Cruz, Gabriel Gómez, Angélica González, Carolina Martínez, Nicolás Cueto y Dulce Castillo; así como el cuerpo docente de este programa de estudios, especialistas en restauración y en química aplicada, y expertos del INAH y del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Los estudiantes Anahí Arzate y José Cruz enfatizaron la relevancia de esta intervención que les permite integrar los conocimientos que adquieren en las aulas y tener una experiencia real de su ámbito profesional.
Por su parte, el coordinador de la Licenciatura en Restauración de Bienes Muebles. Mtro. Sergio Rivera Guerrero, detalló que esta labor la realizan con recursos propios a fin de que los jóvenes tengan una práctica seria con obras que corresponden a tiempo y edad, con materiales originales que vayan más allá de hacer modelos y reproducir técnicas antiguas.
“Tenemos una ventaja en la ciudad de Querétaro pues es una ciudad museo, por donde se voltee hay algo que ver y en ese sentido se enmarca la pertinencia de esta licenciatura. Desde hace más de 25 años, la UAQ ha estado restaurando el patrimonio de la región, formando a los cuadros de restauradores profesionales para la zona y ahora estamos abriendo las posibilidades de más materiales como pintura mural, escultura y grabado”, destacó Rivera Guerrero