Más del 80 por ciento de los casos son varones
1 de cada 3 mil niños llega a presentar esta enfermedad
Día Mundial de la Hemofilia, 17 de abril
Aunque no es una enfermedad tan recurrente en la población, la hemofilia es una enfermedad hemorrágica hereditaria, la cual se presenta en varones, debido a que el cromosoma X que tienen de su madre presenta una alteración; de acuerdo con la doctora Claudia América Licea Moreno, hematóloga del Hospital General Regional (HGR) No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Querétaro, un niño por cada 3 mil nacimientos se diagnostican con este padecimiento.
“Estos pacientes tienden a presentar hemorragias en las articulaciones, como rodillas, codos y tobillos, lo que provoca dolor y en su momento pueden desarrollar hemartrosis (sangrado); sin embargo, un peligro latente son las hemorragias cerebrales, una complicación grave”, señaló la doctora Licea Moreno.
La sintomatología varía de acuerdo a los grados de la misma, que puede ser leve, moderado o grave, así como del factor VIII y IX. La hemofilia grave se diagnostica desde el nacimiento, ya que el recién nacido puede presentar hematomas debido al parto o complicaciones al ligar el cordón umbilical; la moderada se caracteriza por la cantidad de moretones que presenta el niño en los primeros años de edad, sobre todo cuando empiezan a caminar y a veces puede desarrollar sangrados en articulaciones; y en la hemofilia leve pueden pasar toda su vida sin diagnóstico, hasta que requieren de una cirugía mayor o la extracción de una muela y sangran mucho.
“La ausencia de algunos factores de coagulación en la sangre, como el VIII y IX, permite los sangrados constantes desde leve hasta severo, donde el segundo se presenta sin razón aparente y se producen sangrados internos que complican el estado de salud del paciente. “La hemartrosis se hace crónica causando limitaciones, por lo que el niño puede desarrollar un daño permanente, ya que se limita mucho el movimiento”, indicó Claudia Licea.
El tratamiento consiste en la administración del factor varias veces a la semana —según sea el caso— y el complemento de la rehabilitación física para evitar que las articulaciones se atrofien y limiten el estilo de vida del paciente.
La doctora Claudia Licea señaló que el primer diagnóstico se lleva a cabo después de un episodio hemorrágico y aunque estos pacientes pueden tener una vida normal con los respectivos cuidados, es necesario que el padecimiento se identifique de manera oportuna, con el fin de dar tratamiento.