La paz la construimos todos: MAV “Todo mundo tiene derecho de vivir, viajar y buscar sus sueños y visión de un mundo mejor»: Premio Nobel
En sesión solemne de cabildo, celebrada en la delegación Centro Histórico, el presidente municipal de Querétaro, Marcos Aguilar Vega, hizo entrega de las llaves de la ciudad a la profesora Jody Williams, activista estadounidense y Premio Nobel de la Paz en 1997, quien firmó también el libro de visitantes distinguidos y dejó un mensaje de solidaridad con México.
Durante su mensaje, Marcos Aguilar Vega agradeció a la profesora Jody Williams su solidaridad con México y Centroamérica, «es mundialmente reconocido su trabajo en contra de las minas antipersonales que culminó con la firma del Tratado de Ottawa, precisamente hace 20 años, por eso agradecemos también su disposición para participar en nuestro Hay Festival en su segunda edición, que por medio de su presencia, se convierte en un festival de la paz», expresó.
Dijo que este año es ocasión para conmemorar dos hechos notables de nuestra historia, un hecho de guerra y un hecho de paz, cuando hace 150 años, después del sitio de Querétaro que culminó en el mes de junio, prevaleció la República Mexicana sobre el intento de instalar una monarquía, hechos violentos que costaron muchas vidas, dijo, y mencionó que también hace 100 años, un 5 de febrero, fue promulgada en Querétaro la Constitución de 1917, y su promulgación fue en esencia, una fiesta de paz por lo que representa el orden constitucional en una nación.
«Su labor a favor del Tratado de Ottawa demuestra muy claramente que las herramientas del Derecho, en este caso del Derecho Internacional son un aporte a la paz, que resulta imprescindible pero los tratados internacionales no son suficientes por sí mismos, hacen falta personas comprometidas y organizaciones efectivas para promover estos tratados, y para reclamar su cumplimiento cuando ya están firmados», dijo al señalar que su labor es un ejemplo de la participación de la sociedad civil.
«Hacen falta personas como usted para que el derecho pueda servir a la paz, la paz la construimos todos», expresó el alcalde quien dijo que se le hace entrega de las llaves de la ciudad, para que pueda volver siempre y se sienta como en su casa.
La profesora Jody Williams, Premio Nobel de la Paz 1997, expresó en su mensaje que México desempeñó un papel muy fuerte en el tratado de Ottawa, y compartió que vivió en el norte de este país, por lo que recibir las llaves de esta ciudad, dijo, le hace sentir que su historia va a seguir.
«Estamos viviendo una época muy difícil en todo el mundo, y por medio de festivales y pensamientos, y conversaciones como hacen con Hay, podemos enseñar a la gente que de veras hay esperanza de un futuro diferente», expresó.
Lamentó que el gobierno de su país no acepte a la gente de México, país que «ha dado tanto a los Estados Unidos», y dijo que «la esperanza de hacer un muro es asqueroso», más ahora dijo, con lo que ocurrió en Houston, a donde pudo ver la ayuda que iba de México.
«Yo creo que todo mundo tiene derecho de vivir, viajar y buscar sus sueños y visión de un mundo mejor».
La regidora del partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Nadia Edith Alcántara Lagunas, reconoció y agradeció el apoyo que tuvo la profesora Williams, con las mujeres que fueron violentadas por el gobierno mexicano en el caso Atenco.
“Esto, a partir del Plan Puebla-Panamá que, considero, su principal finalidad es principalmente de carácter armamentístico. Referente a este tema y siguiendo su ejemplo de lucha, todas las mujeres y hombres de este municipio, del país y del mundo, tendremos que organizarnos para impulsar y exigir que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), regule la producción y la venta de armas en todos los continentes”.
Tras expresar su coincidencia en que no hay esperanza sin esfuerzo y reconocer su interés y trabajo por el bienestar educativo y de salud en países de Centroamérica como Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Honduras, expresó también su acuerdo en que “si el dinero que se utiliza para las guerras y medidas coercitivas se utilizara para la paz, con justicia social, generando programas educativos, culturales y para la salud, otro mundo sería posible”.
En su oportunidad, la regidora del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Ana Bertha Silva Solórzano, señaló que la galardonada con el Premio Nobel de la Paz 1997, llega a Querétaro con un mensaje vigoroso de paz y como fuente de inspiración para quienes prestan algún servicio a la sociedad, mediante la función pública.
Señaló que la máxima juarista “entre los individuos como entre las naciones: el respeto al derecho ajeno es la paz” cobra vigencia ante las amenazas constantes de los países poderosos en contra de los no tan poderosos, y cuando se observa el ejercicio del poder por el poder carente de humanismo.
“Nos encontramos en el preciso momento y en el tiempo adecuado para valorar la paz con una óptica del respeto irrestricto a los Derechos Humanos. La homenajeada e invitada de honor nos ha convencido de que trabajar por la paz, no es para los débiles de corazón, se requiere persistencia obstinada y un compromiso con la paz sostenible”, y enfatizó que hoy, el gobierno que omite o no fomenta el respeto íntegro a los Derechos Humanos, es una dictadura que no puede dar paz a sus gobernados.
Al hacer uso de la voz, la regidora del Partido Acción Nacional (PAN), Ana Paola López Birlain, expresó que las palabras pronunciadas por la profesora Jody Williams, cuando recibió el Premio Nobel en 1997 siguen vigentes, ya que la maldad que algunos intentan sembrar en el mundo, no es distinta a una de esas minas terrestres, y el reto y oportunidad histórica hoy, es hacer cosas en favor de la bondad y del bien.
“La paz en el mundo comienza por fortalecer a la familia como el pilar de la sociedad. Un país que se construye a partir de núcleos familiares sólidos y con valores, es un país que siempre se pondrá del lado de la paz”, dijo al destacar que México posee fuertes rasgos de bondad, y fue uno de los países promotores de la convención de Ottawa, que fue un parteaguas en la lucha por la paz mundial, y un proyecto al que la profesora Jody Williams se entregó con pasión y compromiso.