Se han aplicado 32 trampas para el insecto en los municipios queretanos.
El estudio se realiza en 11 estados del país.
Tres de los cinco municipios que conforman la sierra queretana son beneficiados con un proyecto que busca por primera vez detectar el insecto descortezador (Dendroctonus spp) e implementar mejores prácticas para el manejo de la plaga.
Con el proyecto “Variabilidad climática e interacción con otros factores que afectan la dinámica poblacional de descortezadores en bosques amenazados de México”, se aplican investigaciones en los municipios de Pinal de Amoles, Landa de Matamoros y Arroyo Seco, donde se han distribuido 32 trampas para el insecto.
La investigación contempla la creación de un Sistema de Información Geográfica (SIG) sobre sitios de mayor y menor incidencia del ataque de insectos descortezadores y las condiciones climáticas que pueden promover el avance de la plaga.
“Los sitios de mayor agresión de éste insecto están en la zona centro y sur de la República Mexicana; esta región es de las más afectadas, ya que es donde se encuentra el mayor número de insectos del descortezador”, detalló el investigador de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Autónoma de Querétaro, Víctor Hugo Cambrón Sandoval, quien encabeza la investigación a nivel nacional.
El proyecto cuenta con una inversión de 14 millones 158 mil pesos, recursos del Fondo Sectorial para la Investigación, el Desarrollo y la Innovación Tecnológica Forestal, integrado por la Comisión Nacional Forestal y el Consejo Nacional para la Ciencia y Tecnología.
Cambrón Sandoval explicó que el estudio, que lleva un año de desarrollo, ayudará a ubicar las zonas en las que son más vulnerables los descortezadores y así disminuir la mortalidad de los bosques que son afectados por los insectos.
“En Querétaro los avances en el estado se enfocan en tener por lo menos dos años completos de monitoreo, buscar la mayor información posible para ratificar la dinámica y el comportamiento del descortezador”, agregó el investigador.
Los estudios se realizan a nivel nacional y son encabezados por investigadores de ocho instituciones de educación superior del país y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias en 11 estados del país.
Además de Querétaro, el proyecto se desarrolla en las entidades de Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Durango, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Estado de México, Oaxaca y Nuevo León.
Se estima que para 2017 se entreguen los primeros resultados de la investigación.